Todos los padres nos enfrentamos, tarde o temprano, a una etapa en la que nuestros hijos tienen miedos a la oscuridad. Lo normal es que este miedo coincida con la etapa en que su imaginación comienza a desarrollarse, entre los 2 y los 4 años. El miedo a la oscuridad es evolutivo, es decir que forma parte del desarrollo normal de los niños y suele desaparecer de forma espontánea. Pero, aunque la mayoría de los niños lo terminan superando, es importante que los padres y madres sepamos como apoyar a nuestros hijos y ayudarles a vivir la experiencia del miedo a la oscuridad de la forma más natural posible.
Jugar en la oscuridad, el primer paso
Por suerte, los padres y madres contamos siempre con una herramienta infalible: EL JUEGO. Proponer juegos en los que la luz está apagada ayudará a que nuestros hijos se familiaricen con la oscuridad y empiecen a asociarla con vivencias y pensamientos positivos. Siempre es mejor presentarles el juego y luego que ellos descubran por si mismos que es más divertido con la luz apagada, así la decisión de apagar la luz será de ellos, nunca impuesta. Si al primer intento tu hijo no quiere quedarse a oscuras, no te preocupes. A todos los niños les gusta jugar, asique es sólo cuestión de seguir intentando 🙂
Te propongo 3 juegos que con mis hijos me han ayudado a superar la etapa de miedo a la oscuridad:
- Sombras chinas: Un clásico, a los niños les encanta. Sólo necesitas un foco de luz y tus manos. Aquí puedes ver un tutorial para aprender a hacer sombras de diferentes animales. Puedes jugar a que tu hijo descubra de qué animal se trata. Otra alternativa es contar un cuento con sombras, a mis hijos les gusta mucho esta actividad (la seguimos haciendo aunque la etapa del miedo ya esta superada 😉 ) Puedes fabricar las figuras del cuento con palillos de madera y recortar las formas en cartulina negra, o comprar un pack ya creado como éste.
- La gallinita ciega: Este juego es genial para jugar en familia, ¡cuantos más mejor! Se trata de que uno de vosotros se tape los ojos con un pañuelo y tenga que encontrar a los demás sin poder mirar. Cuando tu hijo vea lo divertido que es, querrá ponerse el pañuelo y buscar a los demás a oscuras. Recuerda no forzarlo, debe ser el mismo el que tome la decisión de ponerse el pañuelo. Este juego no solo le ayudará a perder el miedo a la oscuridad, también reforzará sus otros sentidos.
- Pintar con luz en la oscuridad: No conozco ningún niño que se haya podido resistir a disfrutar de las pizarras mágicas que permiten pintar con luz. Este tipo de juego es muy útil para que los niños decidan estar a oscuras por si mismos, ya que, de otra forma, la “magia” del lápiz no hace efecto.
Consejos prácticos
La rutina de irse a la cama
Es importante que mantengamos rutinas saludables que ayuden a nuestros hijos a afrontar la hora de irse a dormir de una manera relajada y natural. Una forma de hacer esto es introducir una relajación guiada a través de un cuento en el que tu hijo forme parte. Por ejemplo, puede ser la historia de un niño que camina por la playa, escucha el sonido de las olas, etc. Pregúntale ¿Escuchas las olas? ¿Sientes la arena en tus pies? Así ayudarás a tu hijo a irse a dormir con imágenes y pensamientos positivos.
Mostrar que la casa es segura
La mayoría de los niños tienen miedo a partes concretas de su habitación, cómo detrás de una puerta o dentro del armario. Y cómo no, todos conocemos al famoso monstruo de debajo de la cama. Ayuda a tu hijo a descubrir que allí no hay nada ni nadie peligroso. Siempre es mejor hacerlo con un pretexto, como recoger un juguete perdido. Recuerda que para que la vivencia se convierta en aprendizaje, es importante no forzarlo a inspeccionar el sitio que le da miedo. Si te hace saber que le da miedo, siempre podéis hacerlo los dos juntos. Lo importante es que siempre sienta tu apoyo y comprensión.
No encender la luz si se despierta con miedo
Si tu hijo se despierta con miedo y llorando en la mitad de la noche, es importante que lo calmes sin encender la luz principal de la habitación. Si lo haces, reforzarás la idea de que la oscuridad da miedo y la luz es segura. Tu hijo se tranquilizará con tu voz y tu calor. Abrázale y explícale con calma que no pasa nada. Si tienes que encender la luz principal, mejor hacerlo una vez que tu hijo ya esté tranquilo. Deja siempre en su habitación una luz tenue encendida (la llamada luz quitamiedos), ayudará a que tu hijo se sitúe mejor si se despierta en la mitad de la noche y pueda reconocer su entorno. Si puedes colocarla cerca de él mejor, se sentirá más seguro sabiendo que puede encenderla el mismo en caso de que se apague.
Presta atención a las cosas que pueden alimentar su miedo
Todos sabemos el efecto que las películas o dibujos de ficción tienen en nuestros hijos. Es importante que prestemos atención a lo que miran, ya que escenas de violencia o contenido no apropiado para su edad, pueden dejar una huella negativa en su imaginación y alimentar su miedo a la oscuridad. Como ya comentamos, también es importante respetar sus tiempos y no forzarlo a enfrentarse a la oscuridad si no se siente preparado para ello. Si lo hacemos no haremos más que generar el efecto contrario al deseado, haciendo que su miedo sea aún más intenso que antes.
Demuéstrale tu apoyo y has que se sienta comprendido
Aunque para los adultos el miedo a la oscuridad puede parecer una tontería, tenemos que recordar que para los niños es algo muy serio. Los niños necesitan expresar sus sentimientos para poder superarlo, por lo que el deber de nosotros, padres y madres, es estar allí para apoyarles y recordarles que estaremos a su lado en todo momento.
Ten paciencia, el miedo a la oscuridad en los niños es un proceso que pueda resultar difícil tanto para los niños como para los padres, pero se termina superando. Si luego de probar las propuestas de juegos durante un tiempo y poner en práctica los consejos que te he dado, tu hijo sigue sin superar su miedo y vez que está afectando a su calidad de vida, no dudes en consultar a un psicólogo especializado.
ARTÍCULOS RELACIONADOS
Deja una respuesta