Articulo de invitado: Anet Diner, psicóloga y psicoanalista
Los celos entre hermanos son una situación frecuente en las familias, tanto que algunas lo ven como algo inevitable y lo aceptan con resignación. Aunque es cierto que se trata de una situación muy frecuente en familias con más de un hijo, existen muchas cosas que los padres podemos hacer para ayudar a nuestros hijos a gestionar los celos y así recuperar la armonía familiar.
¿Por qué aparecen los celos?
Los celos entre hermanos suelen aparecer con la llegada del nuevo integrante a la familia, ya que los hermanos mayores tienen la falsa percepción de que los padres ya no los queremos como antes al tener que compartir nuestro amor y cariño con su hermano pequeño. También, los celos entre hermanos pueden darse porque los padres, inconscientemente, comparamos mucho a nuestros hijos o no les prestamos la misma atención a unos que a otros.
Síntomas de celos entre hermanos
Todos los niños son diferentes, pero existen algunos indicadores que nos pueden ayudar a actuar ante los celos, a anticiparnos y quizá reducir sus manifestaciones.
- Nuestro peque tiene cambios de humor sin ninguna razón aparente.
- Empieza a mostrar comportamientos de niño pequeño, a hacer cosas que ya no hacia como hacerse pis en la cama o hablar como un bebé.
- Empieza a volverse un poco más agresivo y a manifestar negativismo, a no obedecer ordenes y tener actitudes desafiantes.
- Puede también haber cambios en sus hábitos como insomnio o dificultad para dormir, alteraciones en su apetito y desgana para jugar.
- También tristeza y llanto frecuentes, aunque si son muy pequeños y les cuesta expresar emociones pueden decir que les duele la tripa, vomitar o tener miedos nocturnos.
Consejos para gestionar los celos entre hermanos
1. Intenta entender de donde vienen
Hay situaciones muy evidentes que pueden causar los celos, como la llegada de un hermano, pero puede haber comportamientos que nosotros incentivamos o provocamos sin darnos cuenta, como darle más atención a un hijo que a otro, ya sea porque tiene alguna dificultad o es más pequeño o porque tenemos más afinidad. Es probable que, si llegamos a la causa, podamos ponernos en el lugar de nuestros hijos y encontrar una solución.
2. Permite que expresen sus sentimientos
Es importante que ayudemos a nuestros hijos a canalizar y a expresar adecuadamente sus emociones, que seamos empáticos y abiertos a que expresen como se sienten. Dependiendo de la edad, podemos ayudarles a poner palabras a sus emociones, por ejemplo, “puede ser que sientas que a tu hermano le prestamos más atención”, “¿Sientes que mamá y papá ya no te quieren como antes?”
Dentro de esta empatía, decirles que entendemos como se sienten, pero también explicarles lo que no nos gusta (si pegan, muerden o nos desafían) y ayudarles a encontrar otras formas de expresarse, por ejemplo, pegando a pelotas o cojines que los ayuden a descargar su ansiedad y decirles que siempre pueden pedir lo necesitan, como un abrazo nuestro.
3. Mantente alerta de situaciones que puedan provocarlos
Esto no significa que tengamos que evitarlas sino más bien regularlas o anticiparnos a ellas hablando con nuestros hijos. Por ejemplo, avisarles que vendrán visitas a ver a su hermanito u otras situaciones que puedan quitarles atención.
También si nos anticipamos, podemos ofrecerle una compensación a cambio, como ir otro día a algún lugar que le guste o jugar a su juego preferido. Bastará con nuestro cariño y atención, no hace falta que les compensemos con juguetes o cosas materiales, no es lo que necesitan.
4. Da atención a cada hijo por separado
Se que puede ser complicado, pero buscar un tiempo con cada uno de nuestros hijos puede hacer un gran cambio en nuestra dinámica familiar y en nuestra relación con ellos. Con esos momentos, aprenderemos sus gustos y disfrutaremos jugando con ellos. Dedica tiempo a cada uno, como jugar a un juego que les guste o irse a tomar un helado, mientras tu pareja esta con el otro hijo. También las salidas o escapadas en familia ayudan a fortalecer los vínculos y a pasar tiempo de calidad todos juntos.
5. Que cada hijo tenga un espacio para si mismo
No importa si es una habitación propia o un trocito de ella, lo importante es que cada uno tenga su propio espacio y su lugar dentro del hogar. Podemos personalizar su habitación o trocito de ella con cosas que le gusten como sabanas, posters o colores favoritos.
Otra cosa que podemos hacer es asignar lugares en la mesa donde siempre se sentará cada uno. Si a estos lugares en la mesa los acompañamos de comidas familiares, potenciaremos los vínculos y la dinámica de nuestra familia de una forma muy positiva.
6. Revisa tus emociones
Cuando nuestros hijos tienen manifestaciones de celos muchas veces no sabemos que hacer, en muchas ocasiones nos comportamos de forma inadecuada y hacemos inconscientemente lo contrario a lo que hay que hacer.
Es importante revisar nuestras emociones, lo que estamos sintiendo, respirar e intentar actuar con sentido común y respeto, recordando que somos nosotros los adultos. Si observamos que esto se nos sale de las manos, nunca esta mal buscar ayuda.
7. No pierdas el control ante las peleas
Parte de tener un hermano conlleva algunas discusiones y peleas, todo esto son aprendizajes. Recuerda que las relaciones con los hermanos son los primeros modelos de socialización y que les ofrecen a nuestros hijos las mejores oportunidades para saber manejar ciertas situaciones del mundo exterior.
Ante las peleas entre hermanos es importante recordar que más que nuestra intervención, necesitan nuestro apoyo. Que estemos presentes y los dejemos que hablen y tomen decisiones. Si por si solos no pueden llegar a una solución, podemos nosotros ayudarlos a dialogar y a expresar sus versiones sin imponer nuestro juicio y por supuesto, sin tomar partido.
8. Evita las comparaciones
Podría parecer inofensivo, como decir que uno es más callado o tímido, pero son etiquetas con las que cargan toda la vida y que pueden interferir en el desarrollo de su potencial. Cada niño es único, diferente y con muchas capacidades, centrarnos en lo positivo nos ayudará a nosotros y a nuestros hijos a desarrollarse mejor.
Si quieres elogiar algún comportamiento es mejor que lo hagas de forma individual y en privado, y hazlo de igual forma para algo que no te ha gustado. Haz referencia al comportamiento o actitud y no al niño, por ejemplo, di “hoy no me haz hecho caso”, en lugar de “eres muy desobediente” o “hoy te a costado hacer las cosas”, en lugar de “eres un vago”.
9. Da a cada hijo responsabilidades
Las responsabilidades son una muy buena forma de gestionar los celos entre hermanos, porque cada uno entiende lo que le corresponde de acuerdo con su edad y el lugar que ocupa en la familia. Puede ser ayudar en casa: poner y recoger la mesa, poner la ropa en la lavadora, etc. También pueden ser cosas suyas como recoger su habitación, hacer la cama, preparar la mochila o hacer los deberes.
Si tenemos un hijo muy pequeño y no le podemos dar responsabilidades, no pasa nada, cuando crezca le daremos las suyas, mientras ayudaremos al hermano mayor a gestionar sus celos y a asumir sus nuevas responsabilidades como hermano mayor. También podemos involucrarlo en los cuidados el nuevo miembro como bañarlo, avisarnos si llora o darle de comer, etc.
Espero que estos consejos te puedan ayudar a gestionar los celos entre hermanos. Recuerda que las diferencias y los desacuerdos son parte de la vida y la socialización. La familia es lo primero que conocemos, si ayudamos a nuestros hijos a gestionar sus emociones de forma correcta, no sólo se creará un vinculo entre hermanos sano y duradero, también les estaremos dando valiosas lecciones muy útiles para su desarrollo a la edad adulta.
Si ves que los problemas derivados de los celos entre hermanos se agravan, o sientes que la situación te está afectando demasiado a ti o a tu pareja, puedes recurrir a un profesional, no hay nada malo en ello. Recuerda que lo más importante es recuperar una dinámica familiar que resulte agradable y sana para todos sus integrantes. Para que juntos, podáis volver a disfrutar de lo que más importa, los momentos en familia.
Anet Diner – Psicóloga y Psicoanalista
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